Una mañana soleada, el Cuadrado discutía con el Punto, argumentando que la sombra que a veces cubría al Cuadrado no podía estar relacionada con un pequeño e insignificante Punto.
El Punto, por mas que trataba, no lograba hacer entender al Cuadrado que él, como Punto, era solo la representación en el plano de donde la esfera se apoyaba en el plano, y la sombra era una consecuencia de su condición de esfera, un fenómeno producido por circunstancias de los cuerpos dispuestos en el espacio.
Final 1:
El Cuadrado termino sus días convencido de que las Esferas no existen y el Punto era un insignificante loco que no solo desafiaba los límites de lo conocido y comprobable (largo y ancho), si no que también le pedía que creyera en una realidad que no comprendía (¿Fe...?).
Final 2:
Un buen día el Cuadrado "se descubrió" como Cubo y con alegría agradeció a la Esfera su perseverancia en las explicaciones.
¿En cuantas dimensiones eres capaz de razonar ...?
